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PENSAMIENTO BÁSICO

 

      El siglo XXI ofrece unas bases de partida (Declaración Universal de Derechos Humanos, numerosas Instituciones Internacionales de cooperación, nivel global de desarrollo económico, etc) que son muy positivas para contribuir a la mejora de la sociedad mundial y a la creación de un mundo más armónico y más feliz.

     Junto a ello subsisten circunstancias de violencia, de fanatismo, de injusticia, de desigualdad de oportunidades, y en suma de egoísmos que bloquean el camino hacia esa mejora de la sociedad mundial.

     La aceptación del diálogo pacífico se considera imprescindible como vía de cambio constructivo para la búsqueda de soluciones y su implantación, revisión y, en su caso, posterior adecuación de las mismas.

     Con el fin de promover el aumento de este tipo de personas comprometidas se constituye la Asociación PENSADORES SIN FRONTERAS, cuya denominación quiere dejar claro que sus socios se declaran personas abiertas de espíritu y comprometidas con el mantenimiento de esas posturas abiertas en un contexto de diálogo.

     Cabría inclusive, excepcionalmente, que acepten ese diálogo con personas que apoyen el mantenimiento de dictaduras que violan los derechos humanos, con personas que no permiten la libertad de expresión ni el ejercicio del inalienable derecho a la participación política de los ciudadanos e incluso con personas que propugnen la implantación futura de ese tipo de sistemas dictatoriales.

     Ahora bien, en estos casos, la aceptación del diálogo se daría sólo con el objetivo de posibilitar el cambio de opinión de esas personas o, en su caso, el conseguir establecer contactos como medio para intentar que cambien de actitud y se abran al respeto de la libertad de expresión y al valor de la democracia como sistema político.

     No obstante, se respeta también la opción de quienes consideren que está abocado al fracaso todo diálogo que no se base en el previo compromiso, por ambas partes, de respeto a los Derechos Humanos.

     Para que quede más claro el compromiso que implica ser miembro de la Asociación Pensadores Sin Fronteras, y a título de ejemplo, se aceptaría dialogar con aquellos interlocutores que consideran que las culpas de la guerra civil española fueron de uno u otro bando, con los que consideran que las ideas de Marx, Hitler, Stalin o las teocracias fueron mal comprendidos, con los que consideran que el ateísmo o la religión son verdades absolutas, etc, etc, siempre que renuncien a imponer su pensamiento por la fuerza y rechacen la creación o mantenimiento en sistemas sociales que pudieran imponer tal tipo de coacciones.

     Los miembros de PSF aceptan también que, quienes lo deseen, dialoguen con personas que no renuncian a imponer sus opiniones por la fuerza, siempre que el propósito de ese diálogo sea el intentar atraer a dichos interlocutores hacia el uso del diálogo pacífico como medio de presentar y de intentar que se lleven a la práctica sus propuestas. Simultáneamente los miembros de la asociación conservan su derecho a discrepar de la utilidad o bondad del diálogo con tal tipo de interlocutores.

     Por consiguiente, los miembros de la Asociación renuncian a la descalificación de opiniones porque esto crea conflictos, pero tienen pleno derecho a discrepar de las ideas, actitudes o metodologías que consideren equivocadas.

     La pertenencia a la Asociación implica propugnar el diálogo respetuoso como instrumento irrenunciable y la libertad de espíritu como valor central que permite analizar cualquier opinión, evitando los pre-juicios que en muchos casos bloquean el intercambio de información y posibilita llegar a acuerdos constructivos y pacíficos.

      No obstante, conscientes de que esgrimiendo el principio de libertad ideológica o religiosa pueden ampararse ideologías o sistemas de pensamiento que pretendan destruir el ordenamiento democrático, suprimir derechos contemplados en la Declaración de derechos Humanos de 1948 o atacar valores superiores, como los que contempla el articulo 1 de nuestra Constitución, la Asociación PSF NO ACTUARÁ en fomento de ese tipo de ideologías o sistemas de pensamiento sino que CONCENTRARÁ SUS ESFUERZOS en promover el intercambio de opiniones, creando los marcos adecuados, entre personas e instituciones cuyas ideologías o esquema de pensamiento:

  1. Afirmen inequívocamente su creencia en la solidaridad y en la primacía del valor de la fraternidad humana frente al consumismo y al hedonismo
  2. Opten decididamente por el diálogo pacífico y la comprensión recíproca como fórmula para resolver los conflictos.
  3. Respeten los valores éticos y morales que comparte la mayor parte de nuestra sociedad democrática.

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